15 días en Colombia. Segunda Parte: Cartagena de Indias, Santa Marta, Minca y Palomino

15 días en Colombia. Segunda Parte: Cartagena de Indias, Santa Marta, Minca y Palomino

Mis días en América del Sur tocaban a su fin y aún me quedaba por visitar el norte de Colombia y descansar un poquito en su Caribe antes de continuar mi aventura por otros continentes…

CARTAGENA DE INDIAS

Llegué a Cartagena de Indias sin Hostel reservado, pensando que no habría problema en encontrar una cama libre en uno al que le había echado el ojo por internet… Ingenuo de mí, no recordaba que allí es «verano» todo el año y que es un destino de vacaciones  muy frecuentado por turistas, mochileros y toda clase de viajeros… Así que me tocó irme a otro hostel, con unas 20 camas por habitación… ¿Habíais visto alguna vez literas triples? Yo hasta ese momento no. Pero, cosas del destino, nada más llegar, dos chicos argentinos «recopados» me invitaron a ir con ellos (y con otra chica francesa que también se alojaba en la habitación) a tomar unas cervezas…
Antes de partir me decían: «¿Y te vas a dar la vuelta al mundo solo?» Y mi pregunta es… «Solo… ¿cuando?»
Pronto me di cuenta que iba a hacer una buena amistad con esos dos argentinos: Elías y Roque. Tras esa noche de cervezas, al día siguiente hicimos juntos un Free Tour. Aunque fue algo «pesado» y más con el calor que hacía, aprendimos muchas cosas sobre la historia paseando por el casco antiguo como, por ejemplo, de donde recibe su nombre la ciudad (cuando llegaron los españoles les recordó a nuestra Cartagena) y como fue conquistada por los Ingleses tras un largo asedio.   Esa tarde, junto a Ségolène, fuimos a un volcán. Bueno, como explicar este lugar… Se trata de un mini cráter en cuyo interior hay una especie de barro muy denso que no permite que te hundas. Una experiencia bastante curiosa… Cuando llegué y vi lo que llamaban «volcán» me llevé un pequeño chasco, pero la verdad es que fue muy divertido una vez dentro.   En esa excursión tuve la suerte de conocer a unos chicos chilenos y unas chicas argentinas muy majos. Así que, esa noche, nos juntamos un buen grupo para ir a cenar (mis queridos Leo y Julia habían llegado ese día) y tomar algo: argentinos, chilenos, franceses, colombianos… ¡En un momento había reunido allí a un montón de amigos! Para mí, esa plaza de Cartagena de Indias tiene algo especial. Sentado allí puede pasar cualquier cosa, la gente está feliz y todo el mundo habla con todo el mundo.   Al día siguiente nos fuimos a Playa Blanca. Mis queridos argentinos eran los reyes del regateo, os juro que nunca he visto nada igual… Y entre lo barato que nos salió el bus y lo barato que nos salió el hospedaje, aprendí mucho de ellos… El lugar donde dormimos, por cierto, se llamaba Hugo’s Place y lo recomiendo 100%. Nos sentimos como en casa.   ¿Que os cuento de mis días en Playa Blanca? Pues la palabra para definirlos es relax. Dormíamos en hamacas, hicimos moto de agua, nadamos en plancton bioluminiscente, por la noche un poquito de fiesta, al día siguiente snorkel…   Algo curioso fue ver un partido de fútbol del Real Madrid en la única tele de toda la playa, la de la comisaría de Policía, rodeado de policías colombianos seguidores del Barça…   De vuelta a Cartagena en barca rápida (menuda experiencia), nos pegamos una buena fiesta para despedir aquellos fantásticos días juntos…  

SANTA MARTA Y MINCA

… lo cual tuvo su efecto negativo al día siguiente, ya que había reservado un Hostel en Minca al cual tienes que llegar antes del anochecer… Y claro, me levanté más tarde de lo esperado y todo fue «mal»: salí muy tarde de Cartagena, el bus tardó más de lo esperado, al llegar Santa Marta ya no había buses a Minca, así que tocó tomar un taxi, y una vez allí tomar una moto que me subiría hasta el hostel por más del doble de lo que debía haberme costado… En definitiva, la resaca me salió muy cara. Y os preguntaréis, ¿porqué tanta insistendia en llegar a ese Hostel en concreto? Pues bien, se trata de Casa Elemento un curioso Hostel muy solicitado por una particularidad: tiene unas hamacas gigantes y una puesta de sol espectacular. Como os contaba, está en la montaña de un pueblecito llamado Minca y el lugar, alejado de todo, respira paz por todos lados.   Como llegué muy tarde, ya estaban sirviendo la cena (a la cual debes apuntarte) pero por suerte sobró un plato para mí. He de confesar que fue algo extraño llegar allí y, de repente, estar rodeado de mochileros que no hablaban español… Es un Hostel muy conocido entre los turistas extranjeros ya que, debido a su precio y a lo que cuesta llegar hasta allí, no está al alcance de todos los bolsillos. Y si, los mochileros americanos y europeos suelen tener algo más de dinero… Esa noche, alrededor del fuego, conocí a unos chicos franceses y, sinceramente, me desenvuelvo mucho mejor en ese idioma, así que a ellos me arrimé. Y al día siguiente me fui a dar un paseo con una pareja super divertida.   Entre todas las cosas que hicimos ese día, una de ellas fue hacer una visita guiada en una plantación de café Victoria en la que ¡hice de traductor! Resulta que había una señora francesa que no hablaba nada de español y quería hacer el tour, me escucharon hablar francés y me lo propusieron. A cambio, yo hacía el recorrido gratis y mis amigos a mitad de precio.   Llegué muy justo para ver la puesta de sol y esa noche hice nuevos amigos en el Hostel. Al día siguiente, bajé hasta Minca andando con la mochila a la espalda acompañado de mi nuevo amigo irlandés. Esa noche en Santa Marta, me quedaba en un Hostel que me habían recomendado: era mi «mesario» de viaje y aunque no conocía a nadie, en la terraza de ese hostel había una buena fiesta. Y cosas del azar, el destino quiso que estuviera allí para conocer a Elena, una chica rusa muy simpática, que hablaba español casi mejor que yo, con la que aún tengo el placer de continuar hablando a menudo, un año después. Y que incluso ha venido a pasar unos días en Almería.  

PALOMINO

Mis últimos días en Colombia necesitaba tranquilidad… Y no pude encontrar mejor lugar que Palomino. Ya sé que mucha gente se llevará las manos a la cabeza de saber que no visité el Parque Nacional Natural de Tayrona (hasta Shakira habla de él en su famosa canción de ‘La Bicicleta’) pero mi cuerpo me pedía parar, descansar un poco. Había visto muchos parques naturales a lo largo de los últimos meses y, bueno, siempre hay que dejar cosas por ver para cuando vuelvas. Así que mis días en Palomino pasaron en la más absoluta calma, con mis nuevos amigos, Moyra la chica mexicana y Martin el chico suizo, además de otros amigos que hicimos en el maravilloso Hostel Bella Flor. Descenso del río en Donuts gigantes, paseos por la playa, pescado fresco, arepas, pizzas y demás convirtieron a Palomino en un excelente broche a mi periplo sudamericano.   Tengo que hacer un aparte en otro momento clave de mi paso por Colombia. Debía volver a Santa Marta para ir al aeropuerto, tomar un vuelo a Bogotá para al día siguiente volar a Ciudad de México. Pues en ese trayecto, otro golpe de suerte me llevó a compartir taxi con Ale, una simpatiquísima médico colombiana que viajaba sola por el país. Su blog es altamente recomendable y, solamente compartir el taxi y un almuerzo en el aeropuerto nos convirtió en buenos amigos. De hecho, me ha ayudado mucho desde allí en el proceso de curación tras mi accidente, ya que ella está especializada en Cirujía Plastica. Un encanto de persona. Y para rematar las casualidades, cuando me disponia a pasar una noche tranquila en mi hostel de Bogotá… Escucho a mis espaldas como alguien dice mi nombre… No habrá Hosteles en Bogotá, como para encontarme con mis «boludos» amigos argentinos en su última noche de vacaciones y mi última noche en Sudamérica… Y, claro, eso había que celebrarlo…  
3 Comment
  • Beatrice Mazzocchi
    Posted at 14:19h, 22 julio Responder

    Cher Juan,
    Je viens de relire le dernier chapitre de votre blog intitulé “15 dias en Columbia. Segunda Parte : Cartagena de Indias etc, etc, etc…”
    Encore une fois merci pour le magnifique voyage auquel vous m’invitez via internet.
    J’ai surtout apprécié l’architecture – celle des monuments comme celle des ruelles avec ses maisons colorées.
    Le bain de boue collectif m’a bien amusée! Je trouve que votre costume intégral de boue vous va très bien !!!
    Comment allez-vous maintenant ? Votre rééducation a-t-elle encore progressé ?
    J’aimerais beaucoup avoir de vos nouvelles.
    Bien amicalement.
    Beatrice

  • María
    Posted at 20:20h, 25 julio Responder

    Querido Juan:
    Te admiro por tu valentía, tu bondad y calidad humana. Personas como tu engrandecen la tierra.
    Sigo de cerca tu evolución, aunque no me conozcas, porque soy compañera y amiga de tu madre y te doy mi más sincera enhorabuena por ser y estar.
    Gracias por regalarnos tus experiencias mediante tu blog.
    Mucha suerte, Juan!!!

  • Elías Sánchez Latorre
    Posted at 13:55h, 02 agosto Responder

    Te conocí cuando eras muy pequeñín, recien nacido. Solo preguanta atu padre o tu madre quien es Elias. Fuí y seré siempre un gran amigo de tus padres. Un abrazo. Si puediera hacer lo que tu haces lo haría pero el tiempo se me ha pasado ya.

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