Carta de despedida a mi amor platónico
Hola abueli, soy el Nito;
¿Recuerdas cuando de niño me preguntaban si algún día me iba a casar y yo convencido les decía que si, que me casaría contigo, con mi abueli? Eras mi amor platónico. ¿Y cómo no? Desde bien pequeños, has sido como una segunda madre para mi hermana y para mí: cuidabas de nosotros, nos contabas cuentos para dormir y siempre que podías nos sacabas de algún apuro.
Quien tuvo la suerte de haberte conocido sabe que era fácil enamorarse de ti: siempre de buen humor, en un minuto eras capaz de hacerte amiga del conductor del autobús, de la camarera del bar o de la mujer que te cruzabas por la calle; siempre tenías ese comentario gracioso: solo tú podías comprar «porros» en lugar de puerros en la verdulería, pedir un helado «no muy frío» o quedarte con todo el mundo cada 28 de diciembre…
Ayer te fuiste. Y una parte de mí se fue contigo.
Cuando decidí empezar este largo viaje, una de las cosas que más me echaban para atrás era pensar que quizá no te volvería a ver… Por ello intenté aprovechar y disfrutar cada segundo que pude pasar contigo en el último mes antes de mi partida: paseábamos al sol de la mañana por el paseo marítimo, desayunabamos en el bar al lado de tu casa, tapeabamos en el kiosquillo…
¡Incluso te engañé un día para bañarnos en la playa de nuestro Zapillo!
Y es que, teníamos una conexión especial… Por eso, cuando me desperté esta mañana aquí, a casi veinte mil kilómetros de distancia (exactamente «la otra parte del mundo»), sentí que algo había pasado, que algo no iba bien… No me preguntes por qué, pero lo sabía. Así que decidí conectarme y preguntar… Y mi hermana me confirmó mis peores presentimientos: después de varios días de lucha, tu cuerpo había dicho basta… Te fuistes a tus 93 años, sin hacer ruido, sin molestar, como era típico en ti. No te gustaban las grandes celebraciones.
Ahora te toca descansar tranquila. Te lo mereces más que nadie. Porque sabes bien que tus hermanos, tus nietos, bisnietos, nueras, yernos, amigas y amigos, y, sobretodo, tus hijos, estamos inmensamente orgullosos de ti. Es imposible tener una abuela, suegra o madre mejor. Y sólo podemos decir «Gracias por todo lo que siempre has hecho por nosotros».
Personalmente, ha sido muy duro estar tan lejos de mi familia en un momento así… Incluso estuve a punto de ir a Almería, pero creo que tú misma decidiste irte cuando sabías que era imposible que yo estuviera más lejos (sería más rápido atravesar la Tierra que rodearla para poder llegar allí) para que te recordase como la última vez que te vi, con una sonrisa y un «hasta pronto».
Y casualmente estando en un lugar llamado ChristChurch, (o «Iglesia de Cristo») sabiendo como te gustaba ir a misa en tu querida iglesia de San Antonio. Sé que todo el mundo que te conocía se despedirá de ti. Yo también lo haré, pero desde aquí. Bajo este impresionante cielo estrellado de Nueva Zelanda. Recordando todos esos bonitos momentos vividos juntos. Esa cara de felicidad cuando te llevábamos a tus queridos Sanchos. Ese grito de alegría cuando me reconocías al otro lado del teléfono. O aquella cara de sorpresa cuando aparecí en tu noventa cumpleaños.
Será difícil volver a Almería y no pasar a verte nada más llegar y antes de irme, como siempre hacía. Pero tengo la impresión de que a partir de ahora tengo una nueva compañera en este viaje. Y que seguirás cuidando de mí, como siempre has hecho con todos.
Como tú siempre decías… «Te quiero mucho, como la trucha al trucho… Y la burra al burrucho»
Con todo mi amor, de tu Nito.
Fran ....
Posted at 05:22h, 30 abrilSigue viajando…y haciéndote grande….grande como ella..como ella querría que hicieses..un fuerte abrazo querido primo….
Javier castillo
Posted at 12:13h, 30 abrilPrecioso y emotivo juan,,, un abrazo fuerte,,, imposible una despedida con más sentimiento, cuidate.
quiquecanodeltell
Posted at 10:42h, 01 mayoEfectivamente ha elegido irse en el momento justo!
Y, efectivamente, llevas a una nueva compañera de viaje, pero en el viaje de tu vida!!
Eres grande Juan Torres León.
TQCL
Carmen
Posted at 07:02h, 02 mayoPrecioso y tierno!
Mucho ánimo y a seguir viviendo esa gran aventura de tu vida!
Maylo
Posted at 11:54h, 02 mayoPermiteme el atrevimiento
No nos conocemos, pero ya sabes que esto del Facebook te pone delante fracciones de la vida de personas que no están en la tuya
No quisiera parecer frívola, pero me apetece más felicitarte que darte el pésame
Las vidas son cortas o largas depende como se midan. Pero han de estar llenas….de amor, de alegrías, de penas, de dolor, de fantasía, de propósitos, de trabajo, de ilusiones. ……
Que duda hay después de tu escrito que todo eso lo has compartido
Homenajear tras la muerte es casi un deber, pero lo hermoso es el homenaje en vida, eso ya es casi obligación
Dichosos vosotros por haberlo vivido y compartirlo
Y no te quepa duda que esa energía de tu «amor platónico » volará a tu lado
Un abrazo
Y perdona mi atrevimiento
Ana Sánchez Leon
Posted at 16:28h, 06 mayoNo he escuchado carta mas bonita y Emotiva, alli reimos y lloramos todos, quien no apreciaba a esa «abueli»?
Beatrice Mazzocchi
Posted at 17:24h, 07 mayoPardonnez-moi de réagir maintenant seulement à la magnifique lettre d’amour que vous adressez à votre abuela.
Je comprends votre chagrin et le partage. Croyez à mes sentiments de sincère et profonde amitié.
Beatrice
Almudena
Posted at 12:54h, 10 septiembreGracias a tu prima Alicia he sabido de ti, de tu fascinante aventura y ayer me contó su madre lo de tu accidente. Hasta hoy no había entrado en tu blog, me está encantando. Pero he tenido que hacer un alto al leer tu carta a tu amor platónico para felicitarte por sentir así. Ojalá , a mi algún día ,me recordansen así. Te deseo que pronto te recuperes. Un saludo,
Almudena
juanpika
Posted at 14:09h, 10 septiembreHola Almudena! Encantado de conocerte. Gracias por tu comentario. Me alegro mucho que te guste mi blog, intento hacer viajar a la gente conmigo. Y la carta, salió del alma, fue fácil de escribir. Estoy seguro que ella me ayudó en este accidente.
Un saludo, Juan.
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