Y el Machu Picchu no defraudó.

Y el Machu Picchu no defraudó.

A veces, has oído tanto hablar de un lugar y has visto tantas fotos que tienes miedo de que, al llegar allí, éste te decepcione… No fue mi caso con el famoso poblado Inca. El Machu Picchu (o «Montaña vieja») es un lugar mágico… Son varias las opciones para llegar hasta allí: La más cara pero más rápida es el tren… Dicen que es muy bonito, pero estaba muy lejos de nuestras posibilidades económicas. La más conocida, pero también bastante cara: «El camino del Inca». Un trekk de tres días siguiendo el antiguo sendero que transitaba originalmente este pueblo para llegar al Machu Picchu, del que puedes disfrutar al cuarto día. Menos conocida, pero también cara y larga: el Salkantay. Otro trekk que cada día tiene más adeptos. Es una alternativa al (en algunas épocas) masificado camino del Inca. La más barata: subir en micro bus hasta Hidroeléctricas y caminar durante dos horas por las vías de tren hasta Aguas Calientes. Adivinad cual hicimos… ¡Exacto! Unas 5/6 horas en un mini bus, por una carretera inhóspita y con cumbia boliviana todo el camino… La buena suerte fue que unas amigas argentinas muy simpáticas (que ya habíamos conocido en La Paz) iban en nuestro mismo «Bondi». La mala suerte, que se rompió un puente y tuvimos que esperar a que lo reparasen… Pero la espera con amigos como Cécile y Francis se hace mucho más amena. Este contratiempo hizo que llegásemos muuuuy tarde a Hidroeléctricas y que tuviésemos que andar en la oscuridad por las vías de tren… ¡Toda una aventura! Si no llevas nada reservado (como era nuestro caso) toca buscar donde dormir. Aguas Calientes es un pueblo construido «por y para» el turista: dormir, comer y  (sobretodo) beber esperando el día siguiente para subir al Machu Picchu. Así que eso fue lo que hicimos, junto a Florine y Laura (francesas de Arequipa). Si quieres aprovechar al máximo tu jornada en las famosas ruinas incas, te toca madrugar mucho. Nosotros optamos por subir en bus y a la vuelta hacerlo andando. Si eres de los primeros en llegar, podrás perderte por el poblado sin apenas turistas, aunque nosotros tuvimos una bonita y espesa niebla, que con el paso de las horas fue desapareciendo. ¡Ojo! Tu visita al Machu Picchu está limitada a dos salidas, y dentro del poblado el circuito es cerrado, tienes que seguir las flechas… Vamos, que si te despistas estás en la salida y has gastado una de las tres entradas. Nosotros aprovechamos el día al máximo: – Llegamos casi hasta la Puerta del Sol (entrada del camino Inca) – Subimos al Huayna Picchu o «Montaña joven»(2667m.s.n.m) la famosa montaña que sale en todas las fotos, la cual hay que reservar con antelación (sólo 400 entradas al día) – Hablamos con las llamas del lugar – Comimos a escondidas (está prohibido comer allí) – Hicimos miles de fotos… Y para acabar el día, hicimos un Tour Guiado muy interesante donde aprendimos lo inteligente y avanzado que era este pueblo para su época. (Os recomiendo hacerlo a última hora, hay mucha menos gente y se pueden negociar los precios). Fue un día redondo que acabó con un precioso arco iris para despedirnos a lo grande de este impresionante lugar. Y luego comenzó a llover torrencialmente. Y no paró durante toda la bajada… (hora y media) Ni por la noche… Al día siguiente, después de desayunar en una rica «boulangerie», volvimos a caminar por las vías de tren hasta Hidroeléctricas donde nos esperaba nuestro mini bus… Otras 6 interminables horas de vuelta hasta Cusco.
3 Comment
  • Oscar
    Posted at 20:53h, 12 septiembre Responder

    Vamos ¡que estamos deseando leer todo el resto de aventuras!
    Nuestros mejores deseos para tu pronta recuperación, Juan. Eres un fenómeno.
    ¡Un abrazo!

  • Marta Negro
    Posted at 18:28h, 26 noviembre Responder

    Me voy haciendo una idea de como hacer el recorrido 🙂 Gracias juan

    • juanpika
      Posted at 18:41h, 26 noviembre Responder

      De nada, Marta. ¡Seguro que lo disfrutas!

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